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segunda-feira, 19 de janeiro de 2015

Sobre o terror islâmico: El islam como problema

Maurício Rojas
El islam como problema

A comienzos de junio Tony Blair publicó un artículo a propósito del asesinato del soldado británico Lee Rigby en una calle del sur de Londres que causó gran revuelo. Su título era Un problema dentro del islam y en sus párrafos más destacados decía lo siguiente:
No hay un problema con el islam... Pero hay un problema dentro del islam –de parte de los adherentes a una ideología que es una rama dentro del islam–. Y esto tenemos que ponerlo sobre la mesa y ser honestos acerca de ello. Por supuesto que hay cristianos extremistas y también judíos, budistas e hinduistas que lo son, pero me temo que esta rama dentro del islam no sólo abarca a unos pocos extremistas. En su núcleo existe una concepción de la religión y de la relación entre religión y política, que no es compatible con las sociedades pluralistas, liberales y tolerantes.
Para muchos fue una declaración escandalosa, lo que simplemente indica el grado de incapacidad de hablar con franqueza a que se ha llegado en lo referente al islam. Al poco tiempo vino la crisis egipcia, confirmando una vez más que el islamismo, es decir, lo que Blair considera la rama problemática del islam, "no sólo abarca a unos pocos extremistas". Sin embargo, si bien para muchos la constatación de Blair parece osada la verdad es que elude lo más importante y problemático, a saber, que aquella "concepción de la religión y de la relación entre religión y política, que no es compatible con las sociedades pluralistas, liberales y tolerantes" es, en realidad, la esencia misma del credo instaurado por Mahoma.

Cabe recordar que la idea distintiva del islam es que su libro sagrado, el Corán, es la palabra eterna, exacta e inmutable de Dios que Mahoma, con la mediación del arcángel Gabriel, sólo se limitó a recitar (Corán, Qu’rān, significa "la recitación" y la ortodoxia plantea que el texto, ya en árabe clásico, existió en Dios desde siempre). Esto crea un obstáculo mayor para cualquier intento de interpretación alegórica, matización o reforma del mensaje coránico. Pero lo decisivo es que este mensaje inmutable, complementado por los hadices o hechos y dichos del Profeta, no se refiere exclusivamente a cuestiones espirituales o supraterrenales, sino que aspira a regir directamente el conjunto de la vida social y espiritual. Ésta es la raigambre "totalizante" del islam, ya que excluye la existencia de un orden secular separado o no regido por la religión. Pero aquí también radica su matriz predemocrática, ya que no reconoce la soberanía legislativa del pueblo sino sólo la divina. Por ello, cuando los Hermanos Musulmanes dicen "El Corán es nuestra Constitución", están, de hecho, diciendo una obviedad para todo musulmán que siga tomando en serio los pilares mismos de su fe.

Si hacemos una comparación con el cristianismo y su evolución hacia una aceptación de la modernidad secularizada vemos dos notables diferencias que harán una evolución semejante mucho más difícil en el caso del islam. Por una parte, el cristianismo no es fundacionalmente totalizante (si bien tendería a serlo al ser adoptado como religión de Estado) y por ello no se articula originalmente como una religión que pretenda regir los asuntos de este mundo. "Dad al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios" y "Mi Reino no es de este Mundo" son dos magníficas síntesis bíblicas de esta distancia respecto del orden social y político terrenal. Por otra parte, a diferencia de Mahoma, Cristo no fue ni pretendió ser un jefe político-militar ni tampoco el creador de un orden social determinado. En suma, mientras que el cristianismo nació para resistir al mundo o incluso apartarse de él, el islam nació para conquistarlo y gobernarlo, para ampliar contantemente la "Casa del Islam" (Dār al-Islām) hasta absorber completamente ese mundo exterior llamado la "Casa de la Guerra" (Dār al-Harb).

Así y todo, el camino del cristianismo hacia una aceptación plena de una sociedad abierta no fue fácil. Su retirada hacia la esfera privada y la pérdida de su monopolio ideológico fue un proceso largo y desgarrador. También lo fue aceptar la crítica de sus textos sagrados, la autonomía de la ciencia y, sobre todo, la libertad del individuo para elegir sus formas de vida y, finalmente, creer o no creer. Nada semejante ha ocurrido dentro del islam y por ello su enfrentamiento con la modernidad –que no surge como en el mundo cristiano de una evolución interior sino que irrumpe como una fuerza exterior– ha sido tan difícil y traumático, provocando finalmente una fuerte reacción defensiva que propone la reislamización plena de la sociedad y la vuelta a la pureza de los orígenes, encarnada por esa utopía arcaica que es la umma o comunidad de los creyentes instaurada por Mahoma.

Este es el sentido estrictamente reaccionario del fundamentalismo islámico, pero lo que hay que entender es que el mismo no se deriva de una interpretación atávica o delirante del mensaje original de Mahoma, sino que fluye de la esencia misma de ese mensaje. En ello reside la dificultad que hay que saber reconocer y enfrentar, no para satanizar al islam sino para entender a cabalidad tanto su encrucijada actual como la fuerza del islamismo en sus diversas variantes.

El futuro dirá si el islam va a seguir siendo una "religión del recuerdo", es decir, de la fidelidad a la tradición (sunna) y al pasado, o si será capaz de evolucionar hacia una religión del futuro. Los que deseamos que prevalezca esta última alternativa debemos empezar por reconocer que existe un problema no sólo dentro del islam sino con el islam.

Fonte: Libertad Digital, 07/01/2015

sábado, 17 de janeiro de 2015

Retrospectiva 2014: O Liberalismo, que nasceu à esquerda, precisa voltar às suas raízes.


Registro aqui parte do resgate, feito pelo colunista do site Mercado Popular, Rodrigo Viana, da história da doutrina liberal, que realmente nasceu à esquerda, embora hoje seja tida como de direita. Deixo link para o texto integral, intitulado Liberalismo, a primeira esquerda, ao fim do texto. 

Viana identifica o liberalismo à esquerda porque a ela se costuma atribuir, como filha do Iluminismo, o anseio por mudanças, a crença otimista na razão e na capacidade humanas de moldar o seu destino e construir uma vida social mais justa e próspera. Nesse sentido, o liberalismo comunga, em espírito ao menos, com o socialismo. Em oposição a ambos, estaria o conservadorismo, com seu pessimismo quanto a qualquer tipo de reforma ou inovação estrutural na sociedade que não esteja realmente firmado numa continuidade.

Concordo com o autor quanto à identificação do liberalismo como doutrina de esquerda por seu anseio de mudanças. Aliás, nem há como discordar com tal abordagem por tratar-se de fato histórico. Discordo, contudo, da tese de que só haveria, em política, ou esquerda ou direita, o que corresponderia aos temperamentos humanos ou otimista ou pessimista. Ele chega a afirmar que "Na filosofia política não tem espaço para centro. Ou é x ou y." Embora não tome essas dicotomia a ferro e fogo, Viana não consegue escapar do maniqueísmo que lhe é intrínseco.

De fato, entre os temperamentos otimista e pessimista existe o temperamento realista que corresponde ao centro político. Como na velha piada, enquanto o otimista celebra o fato do copo estar meio cheio e o pessimista lastima que esteja meio vazio, o realista examina o conteúdo do copo, constata que é potável e o toma. Vale lembrar que o liberalismo, com o advento de seu meio-irmão psicologicamente instável, o socialismo, foi empurrado para o centro do espectro político e de lá sequestrado pelos conservadores, de fato seus antônimos anímicos, daí a figurar hoje como de direita. Uma verdadeira heresia, na minha opinião.

Cabe portanto, resgatar sim as raízes de esquerda do liberalismo, mas para permitir-lhe ser uma alternativa de esquerda ao seu irmão socialismo, que perdeu a Razão, e ao conservadorismo medroso e pessimista que leva ao imobilismo. E não como forma de reatar laços com o socialismo devido à origem comum.

A influência dos movimento iluministas e contra-revolucionários

por Rodrigo Viana

É sabido que os pensamentos políticos que vieram a ser influenciados diretamente pelos movimentos iluministas (ou Era da Razão) podem ser descritos facilmente como “esquerdistas”. Isto é, pensamentos de caráter visionário e de natureza opositora à perspectiva pessimista, mais preocupado em mudanças reformadoras e/ ou inovadoras. Estes pensamentos deram novas formas de reflexão na relação entre o ser humano e a sociedade. Resultando em ideias, possibilidades e alternativas sobre o estado em que se encontra a sociedade. E o liberalismo não apenas se encaixa nessa perspectiva, como foi o primeiro pensamento político a inaugurar de fato o que vinha sendo produzido nos círculos iluministas.

Uma vez a filosofia liberal sendo obra destes movimentos, em maior parte dos que se seguiram nos séculos dezessete e dezoito e em menor no dezenove, é natural que o liberal defenda a ideia de que o ser humano possui os instrumentos necessários para guiar o seu próprio destino no alcance de uma vida social mais justa e próspera. A crença iluminista pela busca por um mundo melhor é também um importante componente muito presente no liberalismo. E o que responde esse questionamento senão premissas como o respeito ao indivíduo enquanto um ser único tendo fim em si mesmo; direitos inalienáveis sobre a vida, liberdade e propriedade; igualdade de autoridade; poder político limitado; e sociedade tolerante?

Ora, existe um aspecto ativo dentro de qualquer pensamento enraizado nos movimentos iluministas. Esse aspecto é o impulso que motiva o liberal a não aceitar o mundo da forma como se encontra. Ele deseja a mudança e isso o motiva a buscar o que pretende. E isso independe da vertente que o liberal se apoia, seja ela no liberalismo clássico de Robert Nozick e Ludwig von Mises, no liberalismo social de John M. Keynes e John Rawls ou no liberalismo radical de Murray Rothbard e David Friedman. O liberal deseja aprimorar, transformar e tornar mais justo as relações humanas.

Isso é notório ao comparar com uma outra importante filosofia política também de origem iluminista: o socialismo. Mas antes abro um parêntese: do mesmo modo que falo do liberalismo em uma maneira ampla e sem levar em conta suas vertentes internas, assim falo do socialismo. Quer dizer, a filosofia política que também gerou diversas teorias e correntes próprias para buscar soluções para as relações sociais.

Tudo isso significa que as bases do pensamento socialista são tranquilamente compartilhadas por liberais, uma vez que foram os movimentos iluministas quem as forneceram. Como e por qual fim utilizar tais ferramentas é o que também distingue estas filosofias políticas. Podemos ver isso na interpretação que cada filosofia (e suas correntes internas) dá às ideias de liberdade, igualdade ou justiça, por exemplo. Do mesmo modo que individualismo necessariamente não significa “supressão do indivíduo para com outro indivíduo”, assim também é em relação ao coletivismo com a ideia da “supressão do coletivo sobre o indivíduo”. Nem todo socialista é coletivista, como nem todo coletivista é anti-indivíduo. É muito importante mencionar tais fatores porque isso faz cair por terra a errônea crença popular de que “direita é pró-indivíduo e esquerda pró-coletivo”.

Bom, é sabido que liberais e socialistas são os descendentes dos iluministas e comungam da perspectiva otimista de interpretar o mundo enquanto entidade social. Então que movimento defendia a perspectiva pessimista e quem são seus descendentes hoje?

Quando analisamos o período histórico do nascimento das teorias políticas modernas entre o final da Idade Média e início da Idade Moderna, não podemos nos esquecer do não menos importante movimento político chamado Contra-revolução. Movimento este presente em vários países europeus, porém de atuação mais expressiva na França. As ideias desse movimento faziam parte do corpo teórico defendido pelo absolutistas monárquicos, dos quais são os antepassados diretos dos conservadores modernos.

Por terem um ceticismo perante as reivindicações “idealistas” defendidas pelos primeiros liberais e socialistas, os absolutistas eram “impedidos” pelo pessimismo característico de vislumbrar qualquer tipo de reforma ou inovação estrutural na sociedade que não estivesse realmente se firmado numa continuidade. Tanto a democracia liberal, quanto o socialismo de estado ou o anarquismo eram concepções vistas por muitos como uma forma artificial, pois contava com construções teóricas que exigiam um certo grau de confiança abstrata referente ao funcionamento da sociedade e/ ou da própria natureza humana. Por exemplo, para alguns absolutistas a simples ideia da não existência de um governo regido pela hereditariedade soava como “anti-natural”.

Vale comentar que, por diversas particularidades, a Inglaterra não teve um movimento tão expressivo em favor do absolutismo como foi em outras partes da Europa. A ideia de um estado absoluto não era muito bem vista até por aqueles que compartilhavam da perspectiva pessimista. Esse grupo de pessimistas influenciou enormemente o pensamento conservador atual, sobretudo o de origem anglo-saxônica, pois diferencia consideravelmente na forma de se fazer política (mas não as bases filosóficas) dos conservadores mais apegados às lições pelos antigos apoiadores do absolutismo. Da mesma forma que os iluministas tiveram suas diferenças, os contra-revolucionários também tiveram.

Hoje os tempos são outros. Não existe mais grupos defendendo um retorno ao regime absolutista. Os conservadores, que carregam o pessimismo dos contra-revolucionários, já aceitaram a democracia liberal como um sistema de governo estável. Estando o norte conservador na preservação de princípios civilizacionais e das instituições políticas, os meios de como eles serão alcançados pouco importa no âmbito filosófico, seja através de uma forte intromissão governamental ou pela defesa da autonomia e da liberdade das comunidades. Mudança moderada ou radical nunca foi empecilho para o conservador firmar o tradicionalismo, dado que a natureza de sua mudança visada é de caráter mantenedora e não inovadora. Então podemos ver que o conservadorismo pode tanto tender para o autoritarismo, típico dos absolutistas, quanto a uma versão mais tolerante, presente nas ideias dos whigs moderados da Inglaterra. Nível de presença do governo na sociedade não é fator determinante para o espectro político. Nunca foi.

Como as ideias liberais, de uma forma geral, prevaleceram no mundo, é natural que hoje os conservadores defendam muitas delas, dando a impressão de que, a partir de agora, eles “se tornaram liberais”. Não se tornaram. O DNA pessimista ainda é o fator que guia a defesa das estruturas sociais consolidadas e tradicionais do pensamento conservador e não o gene otimista. Ou por acaso social-democratas modernos se tornaram liberais só porque largaram de vez a ideia do estado proletariado para abraçar a democracia liberal? Indo direto ao ponto, um conservador “é tão liberal” quanto um social-democrata, embora este último esteja muito mais próximo da filosofia liberal do que o primeiro por assuntos já comentados anteriormente.

Um adendo

Querer resumir os movimentos iluministas como se fossem apenas “movimentos políticos” é uma interpretação que não se sustenta. Estes movimentos foram muito mais do que expressão política propriamente dita, foram a expressão viva do ser humano em todas as suas relações. Os iluministas influenciaram as ciências naturais, as artes, a educação e forma de passar conhecimento e muitas outras coisas. Ajudaram a florescer verdadeiros debates religiosos, literários e ajudou na ideia da disseminação do conhecimento, seja através do livro ou da imprensa. Suas ideias desafiantes mexiam com a opinião pública, esclareciam conceitos baseados apenas em meras tradições ao ponto de chocar e escandalizar a sociedade com suas opiniões diferenciadas.

Estes senhores (e senhoras também) mudaram o mundo de tal maneira que, em poucos séculos, toda a sociedade deu saltos gigantescos na civilização para melhor. O que não quer dizer que tudo ocorreu como planejado, mas ainda assim vivemos bem melhor do que qualquer época já registrada. Diferente de hoje, em que podemos ver o mundo de nossos avós bem diferente, em séculos passados o que prevalecia era a mesmice. Essa é a perspectiva atuante que gira o mundo. O mundo não é feito por covardes, mas por gente que se arrisca, que questiona ou que sonha. Esse é o grande legado deixado pelos iluministas.

Conclusão

O liberalismo, enquanto filosofia, ainda é uma ideia radical, visionária, inovadora e, em certas vertentes internas, revolucionária. Desde o seu surgimento ele vem propondo ideias e alternativas que colocam em xeque o modo de ver a sociedade baseada na continuidade tradicional. A alegação da ideia do indivíduo como senhor de si é ainda revolucionária mesmo hoje. Estes ensinamentos iluministas também se mantém bem presentes nas vertentes libertárias do socialismo (anarquismo).

Um problema que eu vejo hoje está em enxergar as teorias e tendências políticas de origem direta no marxismo ou não (socialismo fabiano) da era pós-comunismo, quase que de forma exclusiva como “a esquerda”. Não tenho nenhum problema em classificar esta ou aquela prática, vertente ou proposta política como “de esquerda ou de direita” para dar a noção de algo moderado ou radical, de pouco ou mais inovador ou coisa do tipo dentro da realpolitik.

O problema é quando esses conceitos superficiais se transformam em um tipo de regra que envolve as filosofias políticas em si, pois tendem a ficar deturpadas e viciadas. Dado que isso tende a renegar aspectos teóricos e históricos, um estudante com uma maior bagagem cultural sobre filosofia política poderá se atrapalhar e não entender pontos muito mais importantes. A divisão entre “proletariado x burguês” do pré-comunismo e o “capitalismo x socialismo” da Guerra Fria é tão somente um fator histórico que não deve ser levado tanto em conta para os estudos das filosofias políticas. A ciência política pode lidar com isso de uma forma mais elegante.

Se os liberais franceses, antes da ascensão dos partidos de raiz socialista, eram vistos como os progressistas, esquerdistas no século dezenove e hoje são visto como direitistas, muito se deve a ideias particulares deste ou daquele autor, como também das próprias formas como as propostas políticas foram empregadas. Independente ser de cunho liberal ou não. O fato dos liberais terem se aproximado dos conservadores no século vinte para a contenção do marxismo é tão somente um fator circunstancial.

Será mesmo que os liberais não se manteriam próximos dos socialistas caso as vertentes libertárias deste último tivessem se sobressaído como influência maior no mundo, empurrando o socialismo estatista de Marx para os becos da intelectualidade? Bem, a história mostra que liberais e socialistas ficaram juntos na França quando os dois ainda mantinham propostas parecidas. Dado que parte da tradição socialista se radicalizou em prol da liberdade no século dezenove e o liberalismo no século vinte, soa até previsível que estas duas linhagens mantenham novamente laços próximos no século vinte um.

Liberalismo e socialismo, enquanto filosofia, possuem um ancestral comum e a tendência que eu acredito hoje está neles se reatarem como em séculos atrás, visto que as ideologias fortemente estatistas e/ ou autoritárias tão presentes no século vinte tem estado perdendo força nas últimas décadas. Sim, os dois pensamentos surgiram em épocas próximas, embora o liberalismo tenha vindo antes. É por isso que o liberalismo foi a primeira esquerda.

Agradecimentos especiais pelas contribuições feitas por Adriel Santana.

Fonte: Mercado Popular, 02/06/2014, Liberalismo, a primeira esquerda

Publicado originalmente em 17/06/2014

sexta-feira, 16 de janeiro de 2015

Retrospectiva 2014: Conservadores e sua misoginia: contra a interrupção da gravidez até nos casos previstos em lei

Conservadores só defendem a vida dos não-nascidos,
 dos não efetivamente vivos
Pastor evangélico envolvido em desvios de recursos públicos e outros delitos, como a maioria dos parlamentares-pastores do congresso brasileiro, o senador Magno Malta (PR-ES) quer agora revogar a Portaria 415 do governo, publicada na semana passada, que inclui na tabela do Sistema Único de Saúde (SUS) a interrupção da gravidez nos casos previstos em lei, ou seja, em casos de estupro, gestação de anencéfalos ou quando há risco de morte para a mulher (ver notícia abaixo).

Completa desumanização da mulher no discurso conservador

Em outras palavras, o senador quer mais é que as mulheres pobres e que não têm condições de fazer um aborto seguro em clínicas particulares se fodam. Claro que nem ele nem qualquer conservador assumem que querem mais é que as mulheres se fodam. Não pega bem dizer isso às claras. Por isso, eles vêm com aquela falácia (argumento enganador), ou, mais popularmente, conversa mole e cínica de "defesa da vida", "pró-vida", mera cortina de fumaça para ocultar a verdade dos fatos.

E a verdade dos fatos é a total desumanização da mulher no discurso conservador. Essa desumanização salta aos olhos de quem consegue enxergar através da grossa fumaça ideológica conservadora. Percebe-se, então, que simplesmente não interessa o que a mulher sente, o que ela pensa. Não importam sequer as condições objetivas que a mulher tem para manter uma gravidez. Ela é apenas um objeto que tem que cumprir sua função: ser uma incubadeira.

Inclusive não importa também, realmente, a vida do bebê que nasce fruto de uma gravidez compulsória. Todo o mundo sabe que muitas mulheres que parem nessas circunstâncias, totalmente despreparadas para a maternidade e em depressão pós-parto, abandonam o recém-nascido no mato, no lixo, no riacho, na privada. E aí, se pegas no ato, ainda vão ser processadas por tentativa de homicídio. No mínimo, os conservadores deveriam ser igualmente processados como cúmplices.

Sem falar nas crianças das miseráveis que morrem antes do primeiro ano de vida, vítimas de inanição. Sem falar nas milhares de crianças que os homens matam diariamente em suas intermináveis guerrinhas sujas. Sem falar que, de qualquer forma, não é possível neste planeta encarar a vida como valor absoluto.

Conservadores, contudo, só se importam com a "defesa da vida" dos não-nascidos, dos não efetivamente vivos: as células embrionárias, os zigotos, os embriões, os fetos. Os nascidos, os realmente vivos - assim como as mulheres - que se fodam.

Negando a realidade biológica da concepção para criminalizar a mulher

No afã, porém, de ocultar que simplesmente negam a mulher como ser humano, todos os conservadores, desde os  tipos mais toscos, como esses pastores evangélicos até aqueles outros autoproclamados conservadores libertários (saquinho, please, que vou chamar o Hugo), saem-se com os "argumentos" mais estapafúrdios, kafkianos até. 

Por exemplo, o político Ron Paul do Partido Republicano dos EUA, conservador dito libertário, por se dizer, entre outras coisas, contrário a intervenção estatal na vida das pessoas, muito citado por uns e outros aqui do Brasil, contraditoriamente, apóia a intervenção estatal (ainda que não federal) na vida dos indivíduos do sexo feminino. Como desculpa surreal para sua postura "antiaborto", ele "argumenta" que o feto é um ser completamente distinto da mãe e, portanto, retirá-lo do útero só pode ser crime. Kct, e o fulano é médico! O fulano é médico e nega os fatos biológicos envolvidos na concepção.

Não só o feto nada tem de distinto da mulher que o gesta como também, ao contrário, ele é uno com ela, mantém uma relação simbiótica com a mãe, ou seja, uma relação praticamente unha e carne. Aliás, é essa simbiose a produtora da chamada tolerância imunológica que desativa as células maternas, encarregadas de rejeitar o feto como corpo estranho, e que permite a gravidez ser levada a termo. De tal ordem a gestação é uma simbiose de duas vidas que células do feto passam para a circulação materna e permanecem no corpo da mulher até após o nascimento da criança (microquimerismo).

Mas nem se precisa entender esse básico do processo gestacional para sacar o quanto o feto nada tem de distinto da mulher. Se uma mulher grávida morre antes de sete meses de gestação, mesmo estando internada num hospital, o feto morre com ela porque sua vida é una com a da mãe. Só haveria chance de sobrevivência para o feto, nas condições ideais descritas, se ele tivesse de sete a mais meses de desenvolvimento, pois já estaria suficientemente constituído para sobreviver fora do útero materno. Em outras palavras, quando fosse realmente distinto da mulher.

Em resumo, o tal discurso "pró-vida", por qualquer ângulo que se veja, é uma asquerosa mentira. Há honrosas exceções entre os homens que veem as mulheres como iguais, mas forçoso reconhecer que muitos integrantes do sexo masculino (sobretudo os ditos conservadores) têm um enorme complexo de inferioridade por não serem capazes de reproduzir a si mesmos e depender das mulheres para o simples fato de existir. Essa ferida anímica essencial, esse recalque, eles buscam tratar controlando o corpo das mulheres, negando sua subjetividade, sua humanidade, reduzindo-as a mero receptáculo daquilo que pensam ser fundamentalmente extensão sua. 

Entretanto, a capacidade reprodutiva feminina é fruto da mãe natureza e não de condições sociais ou de fantasias delirantes de egos feridos. E essa capacidade quem tem que gerenciar é a mulher a quem a natureza outorgou esse privilégio. Por mais complexa e delicada que seja a questão do aborto, um verdadeiro dilema para a maioria das mulheres, quem tem que responder a esse dilema é quem o vive literalmente na própria carne. Em outras palavras, não pode ser homem algum, que não sabe o que é gravidez,  que deve decidir tal dilema pela mulher seja individualmente ou - pior ainda -  pela via do Estado patriarcal, sua maior projeção.

Fica registrado, como exemplo contundente de que o tal discurso "pró-vida" não passa de deslavada misoginia, a tentativa do horrendo Magno Malta de impedir  o aborto pelo SUS até nos casos previstos em lei (estupro, anencefalia, risco de vida para a mulher). Para esse escroto, crime é salvar a vida de uma mulher que esteja prestes a morrer em decorrência de uma gravidez mal concebida.

Mas nós sabemos que crime de fato quem cometeu foi a mãe de Malta ao nos obrigar a conhecê-lo, não é mesmo?

Crime de fato cometeu a mãe de Malta ao nos obrigar a conhecê-lo
Magno Malta quer revogação de portaria que oficializa aborto

O senador Magno Malta (PR-ES) anunciou em Plenário, nesta terça-feira (27), que vai se empenhar pela revogação da portaria do Ministério da Saúde que oficializa o procedimento do aborto nos hospitais brasileiros. Segundo o parlamentar, a decisão do governo federal não representa o desejo da sociedade e não tem a aprovação da maioria dos partidos no Congresso Nacional.

A Portaria 415, publicada na semana passada, inclui na tabela do Sistema Único de Saúde (SUS) a interrupção da gravidez nos casos previstos em lei, ou seja, em casos de estupro, gestação de anencéfalos ou quando há risco de morte para a mulher.

O SUS pagará R$ 443 pelo procedimento, com a exigência da presença de um acompanhante e de equipe médica multidisciplinar.

Na opinião de Magno Malta, a portaria obriga os médicos a "cometerem um crime", excluindo os princípios éticos e religiosos de cada profissional.

Argumentando que não quer ser acusado de polarizar o debate, por ser da bancada evangélica, o senador lembrou que a Igreja Católica também condena a prática do aborto, punida com a excomunhão.

- Chamo a atenção para que nós cristãos, que entendemos o aborto como uma afronta à natureza de Deus, nos levantemos, nos insurjamos e exijamos que essa portaria seja revogada - pediu Magno Malta.

Fonte: Portal de Notícias do Senado Federal, 27/05/2014

Atualização: Cedendo às pressões dos fundamentalistas religiosos, o governo de Dilma Roussef revogou a portaria 415 no dia 28/05/2014 

Publicado originalmente em 30/05/2014

quinta-feira, 15 de janeiro de 2015

Retrospectiva 2014: PT assume de vez caráter fascistoide e prega implantação do bolivarianismo como diretriz para um segundo mandato de Dilma

A máfia fascista se assume de vez
Se alguém ainda tinha dúvidas quanto aos propósitos do PT de cubanizar o Brasil, agora não tem mais. Em seu último encontro nacional, realizado nos dias 2 e 3 deste mês, a Cosa Nostra tupiniquim lançou um documento com diretrizes táticas para as eleições e para um possível segundo governo da presidente Dilma Rousseff de deixar não só liberais mas qualquer pessoa com amor à liberdade e à democracia realmente de cabelos em pé.

É ler para crer e, sobretudo, mais do que nunca se mobilizar a fim de erradicar esse câncer autoritário não só do governo mas de todo o tecido social do país. Agora é questão de vida ou morte mesmo.


7 diretrizes aprovadas pelo PT que vão deixar liberais de cabelo em pé
Pontos foram definidos no encontro nacional do partido, realizado no início do mês, e devem orientar campanha eleitoral deste ano e possível segundo governo Dilma


O Partido dos Trabalhadores aprovou, em seu encontro nacional, realizado nos dias 2 e 3 deste mês, um documento com diretrizes táticas que devem orientar a postura do partido nas próximas eleições e em um possível segundo governo da presidente Dilma Rousseff. O texto, com um forte tom de ruptura com a política de conciliação ideológica adotada desde que Lula subiu ao poder, traz algumas propostas que vão deixar liberais de carteirinha com os cabelos em pé.

O Administradores.com destacou alguns pontos do documento, que pode ser lido na íntegra no próprio site do PT. Veja abaixo os destaques:

Menos liberalismo econômico

De acordo com o documento, um dos objetivos do PT a partir de 2015 será fazer com que Dilma consiga fazer um segundo mandato superior ao primeiro. E o texto diz como: superando a “herança maldita cujas fontes são a ditadura militar, o desenvolvimentismo conservador e a devastação neoliberal.” E complementa: “Esta herança maldita se materializa, hoje, em três dimensões principais: o domínio imperial norte-americano; a ditadura do capital financeiro e monopolista sobre a economia; e a lógica do Estado mínimo.”

Maior aproximação com a esquerda latino-americana

A superação da tal “herança maldita” citada no documento é vista como “uma tarefa simultaneamente nacional e regional” e deve se dar com “o aprofundamento da soberania nacional, a aceleração e radicalização da integração latino-americana e caribenha, uma política externa que confronte os interesses dos Estados Unidos e seus aliados”. Hoje, quase todas as economias da América Latina são governadas por líderes que, no espectro político, se posicionam do centro para a esquerda.

Aprofundamento de políticas sociais

Se os atuais programa de bolsas do governo e outros mecanismos de assistência social já despertam a ira dos liberais, um possível segundo mandato liderado pelo PT deve gerar ainda mais críticas. O documento afirma que para dar continuidade aos objetivos do partido, será necessário, entre outras coisas, ampliar “as políticas públicas universalizantes do bem estar-social”.

Reaproximação com os movimentos sociais

Dilma deu menos atenção aos movimentos sociais do que Lula e uma das condições impostas para a unificação do PT em torno de sua reeleição foi justamente uma mudança nesse sentido. Uma reaproximação deve acontecer em um possível segundo mandato, segundo o documento aprovado no congresso do partido. “A continuidade – e, sobretudo, o avanço – do nosso projeto está vinculada à nossa capacidade de fortalecer um bloco de esquerda e progressista, amparado nos movimento sociais, na intelectualidade e em todos os setores comprometidos com o processo de transformações econômicas, políticas, sociais e culturais implementadas pelos governos Lula e Dilma”, diz o texto.

Maior influência dos sindicatos no governo

Os sindicatos e centrais devem ter maior influência nas decisões de um possível segundo governo Dilma. “O 14º Encontro Nacional do PT destaca a importância da candidatura Dilma acolher a ‘Pauta da classe trabalhadora’, apresentada pela CUT e as centrais sindicais”, diz o documento.

Constituinte exclusiva para a reforma política

Criticada pela oposição e por intelectuais liberais, a convocação de uma Constituinte Exclusiva por meio de consulta popular para fazer a reforma política, proposta por Dilma durante os protestos de 2013, deve ser levada a cabo a partir de 2015, como bandeira do PT e do próprio governo. “A proposta feita pela presidenta Dilma ao Congresso Nacional, de um plebiscito para convocar uma Constituinte Exclusiva pela Reforma Política, proposta encampada pelo PT, movimentos sociais, centrais sindicais, partidos políticos, organizações da sociedade, deve fazer parte destacada da ação eleitoral da militância e de nossas candidaturas. A luta pela reforma política deve estar no centro de nossa tática eleitoral e dos programas de governo nacional e estaduais”, diz o texto.

Implantar o socialismo

Nada aterroriza mais um liberal do que o governo do seu país se comprometer com a implantação do socialismo. Mas é esse compromisso que o PT espera de Dilma, segundo o documento. “Nosso grande objetivo é, através das vitórias que obtemos nos espaços institucionais, democratizar o Estado, inverter prioridades e estabelecer uma contra-hegemonia ao capitalismo, capaz de construir um projeto de socialismo radicalmente democrático para o Brasil”, diz o texto.

Fonte: Administradores, 27/05/2014

Publicado originalmente em 29/05/2014

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